Acceder a un videojuego de PC de forma gratuita es hoy relativamente sencillo gracias a Internet. Sólo basta buscar el juego completo con su crack, instalarlo y ponerse a jugar. Pero para poder instalarlo, se nos recomienda desactivar el antivirus. Y es en este punto donde ponemos en peligro nuestro equipo.

Un antivirus tiene la misión de alertarnos cuando hay un código malicioso tratando de instalarse en el ordenador. Al deshabilitarlo, dejamos expuesto el equipo a cualquier tipo de infección.

Muchos de los que se encargan de desarrollar estos cracks no lo hacen gratis, sus intenciones pueden demostrarnos claramente que lo gratis termina saliendo caro.

Si intentamos instalar el videojuego con el antivirus activado, aparecerán todas las alertas para avisarte del riesgo que estás por correr. Pero lamentablemente muchas veces ignoramos los mensajes; bien sea por no leerlos y comenzar a jugar lo más pronto posible, o porque no somos consientes de las consecuencias.

Los hackers aprovechan estos crack para secuestrar la información, robar la identidad del usuario, acceder a cuentas bancarias e información sensible.

¿Cómo evitamos ser víctimas?

Simplemente comprando el juego. No sólo por el hecho de que de la forma que lo conseguimos fue mediante un acto de piratería (el cual está penado por la ley en todos los países), sino porque detrás de cada juego hay gente que lo desarrolla, que lo distribuye y comercializa.